miércoles, 18 de febrero de 2009

El país



Se encienden las ventanas para ver
El último crepúsculo violarse
Y los locos a punto del salto
Y los gatos abóminos, a la escucha hedionda,
Y los marineros pulmonean su plomo,
Marean su franco en tierra
Y es toda la ciudad que cae en sus ruinas de humo.

Un cable negro corta mi ventana oeste
Ilegalacerante y los murciégalos ciegos de odio
Ni me tocan en verano
Cuando me les paro al borde del arrecife concreto
Y les muevo el cable
¡Qué ciudad!

Todo el mundo acá… ¡porque acá se está al pedo!
Acá cruzamos soles transpirándolos,
Carcajeándonos, se está a la música y ensordece
Se baila y es carnaval, se apura la camisa
Al fresco para ir y ver el centro canturrear
¡Borrachándonos!

Vamos prendidos al perfume del futuro
Dejamos todo lo que tenga que tardar
Condenados como están:
Como estamos: ‘condenados’ ya sabíamos
Aun parados en el aserrín
Con los lápices sin punta
¡Baile, baile!
¡A ciudad!

Ya cavamos cuántas tumbas
Para amigos y enemigos
Para nosotros mismos.
¡Así, qué nos importa! O cantamos:
Sos un hombre… sepultado… en el tiempo
Por qué nos importa
Seguir como camellos ciegos
Si ya conocemos las caras
(Las conocemos todas)
Las caras y las obras de los que nos pusieron acá. ¡Baile!
¡Baile! Que la quiero ver bailar,
Por qué me importa ver nada,
Voy corriendo el tiempo
¡La quiero ver bailar!
Ser bruto erizado derrumbarse en los caminos
Y las esquinas derrumbarse
Bailarse y derrumbarse ¡como la ciudad y el humo!

¡Sí!

No hay comentarios:

Publicar un comentario