miércoles, 5 de agosto de 2009

Higiene

Higiene

La cabeza no me anda
Me empieza a andar mal.
Escucha las cosas
Como hilos calientes
Escucha cosas mal
Astilladas de vidrio
Se rompe, se corre
No puedo entender, mis ojos
Se rayan, o es que
Soy un chico sensible
O es que se viene todo abajo
Se emploma, se parte
No lo puedo entender
Sacudo, no entiendo
Trabajo en la ciudad
Por el sueldo mínimo
Soy un chico que cree
Ser de los que cree en dios
No voy por la verdad
No voy por lo digno
Voy a buscar el esfuerzo
Corto, brusco, que sea
Gratuito y no me pida
Ganar.

El príncipe


El príncipe

Unas veces, le largué a los corrales
Con la ingle averiada a mis muchachos en dioses
Por todo tedio y abandono, porque sí,
Los largué a la desrienda de seductores incrédulos
Con su voz arqueada sobre los alambres
Los largué…la luna entera…

Las tanzas en lo oscuro de las ferias y las cañas
De lo alto me los vieron merecer
Cada enagua que rozó aquellos cardos
Y me los vieron dolerse en sus zapatos dilustres
Me los vieron felices y no siempre sonriendo.

Como alfileres dotados de un corazón valsearon
Hasta los árboles que humedecen la brisa
Y desprenden sus manzanas lentamente
Sobre la piedras que aun susurran para nadie bajo el río
Y las maderas de guitarra fueron nobles, pues ceniza
Pero alfileres dotados de un corazón valseamos…

Y así se fue el tiempo…cuando fui príncipe demilunio
Del caserío prendebúhos…
Bajo aquellos cielos finos.
Con un pañuelo envenenado
Le saltamos al amor contra los alambres.
La leche es dulce. Y se termina.